El frio: enemigo de la piel

Buena Salud


Sufren más aquellas que tienen la piel delgada y clara, pues producen menos grasas, es decir, cuentan con menos fuentes de protección y calor.
En estos casos, los riesgos consisten en que la piel se reseca y se pone muy sensible e irritable.
También es frecuente que se rompan los vasos sanguíneos y que aparezcan manchitas rojas. La circulación sanguínea es más lenta, la piel recibe menos oxigeno y tienden a parecer arrugas en ella.

¿Existen soluciones para estos problemas? Sí las hay, y vamos a explicarlas en seguida:
1. Desmaquíllese utilizando lociones que no contengan alcohol, pues el cutis se vuelve muy sensible a este producto.

2. Utilice diariamente una crema nutritiva y con filtro solar. No olvide que en el invierno los rayos de sol pueden causar mayores daños a su piel que en el verano.

3. Si su piel tiende a padecer resequedad durante el día, aplíquese, periódicamente, una crema hidratante, baja en grasa.

4. Beba unos dos litros de agua diarios. Para ayudar a la permanencia de ésta en el organismo, agregue a cada vaso de agua una pisca de sal.

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